lunes, 2 de noviembre de 2009

El Condado pierde miles de jornales por el retraso de las infraestructuras hídricas




Lucena, Bonares, Rociana y Almonte recortan las hectáreas plantadas por falta de líquido para regar · El impulso del Fresno, aún pendiente de trámites burocráticos

Comienza una nueva campaña agrícola en el Condado y con ella se pone en marcha el único motor económico que ha logrado sobrevivir a la crisis. No obstante, este año el denominado oro rojo de la agricultura, la fresa, dejará de generar varios millones de euros. Y en esta ocasión no será por la estigmatizada coyuntura o la falta de financiación, sino por la escasez de agua y la demora en las infraestructuras de riego prometidas. Algunas, como el trasvase al Condado, lleva esperando más de veinte años.

Según las estimaciones de empresarios y agricultores, la superficie plantada en el cinturón condal que representan Lucena, Bonares, Rociana y Almonte podría verse reducida en torno al 8 o el 10% con todo lo que ello comporta en la pérdida de miles de jornales.

Las razones no dejan lugar a dudas: la escasez de lluvia y el bajo nivel freático que presentan los pozos, unido a la ausencia de agua de riego, ha derivado en que los agricultores duden de la posibilidad de contar a lo largo de toda la campaña con los recursos hídricos con los que nutrir la planta, por lo que ante la posibilidad de sufrir cuantiosas pérdidas económicas han optado por atajar la incertidumbre limitando las hectáreas.

Si consideramos que entre los cuatro municipios señalados anteriormente se plantan en torno a 1.800 hectáreas y la reducción girará en torno a las 150, un simple cálculo matemático nos permite medir el dinero que dejará de generar el cultivo. Si cada hectárea precisa de 10 trabajadores, por unos 80 días de trabajo (ya restado los días en los que la fruta no está madura y no precisa de su recolección), entre las labores de plantación, retirada de plástico y recolección, se deduce que por cada unidad de esta superficie se generan 800 jornales a lo largo de toda una campaña. Si a esta cifra la multiplicamos por las 150 hectáreas arrojarían 120.000 peonadas, las cuales a 36 euros por cada una dan como resultado 4.320.000 euros que se esfumarían, amén del dinero que las arcas del Estado dejaran de percibir en concepto de Seguridad Social.

El técnico agrónomo Rafael López detalla que los empresarios son conscientes de que la agricultura es inviable sin el maná del agua y a día de hoy las previsiones meteorológicas no auguran un año pródigo en precipitaciones.

Los pozos de la zona condal mantienen "una media de entre 4 o 5 metros de agua, es decir un 50% menos de los niveles en los que se encontraban el pasado ejercicio". Y durante el 2009 las nubes no han descargado más de 450 litros por metro cuadrado, una cantidad exigua para que el agua nutriera el subsuelo y alimentara los acuíferos.

López puntualizó que las altas y atípicas temperaturas registradas este otoño obligan a redoblar los riegos para favorecer la hidratación de la fresa en los primeros compases de su vida. La planta, procedente de viveros del norte, demanda bajas temperaturas para que enraíce e incluso en este último aspecto el tiempo se está demostrando desfavorable. Para más inri existe un miedo atroz a que los niveles de sales en los pozos se disparen, lo que comportaría una merma significativa en la producción y multiplicaría aun más la pérdida de jornales.

Entre tanto, el agua de riego para el Condado continúa en el sempiterno circuito burocrático para poder lograr regar en precario con el agua llegada desde el Fresno.

El tapón a este proceso se encuentra en la demora que está experimentando el pronunciamiento de la Agencia Andaluza del Agua (AAA) para que autorice la ampliación del perímetro de riego y atienda así a la demanda de los regadíos del Condado.

Las estimaciones iniciales fijaban la autorización en mayo y, cuatro meses más tarde, aún no se ha producido este pronunciamiento "expreso y por escrito", si bien fuentes socialistas han afirmado que el anuncio se producirá en próximas semanas.

El presidente de la Comunidad de Regantes de El Fresno, Ángel Gorostidi, señala que todo el denso proceso burocrático "se encuentra supeditado a dicha autorización, dado que la redacción del anteproyecto de la red secundaria habrá de ser realizado una vez sepamos el alcance de la ampliación". Gorostidi se compromete a reunirse con las asociaciones de agricultores de Rociana, Lucena y Bonares justo un día después de que se dé luz verde a la ampliación y con objeto de planear un reparto justo y ecuánime de la superficie regable a fin de diseñar las canalizaciones.

Luego se cursarán las solicitudes de subvenciones a agricultura para dicha obra y se pedirá a Medio Ambiente la redacción del informe de declaración de impacto ambiental, para cuyo trámite calculan un plazo de seis meses.

Más frías son las previsiones de Juan Antonio Millán, presidente de la entidad que aglutina a las asociaciones de regantes de la provincia (Corehu), quien ha recordado que el trasvase de 4,9 hectómetros cúbicos de agua para el Condado tendrá como fin "el consumo humano y para consolidar los riegos existentes, entre ellos Moguer, nunca para dar cobertura a nuevas superficies". Unas palabras que tumban la esperanza de los agricultores de la zona de contar en menos de dos años con la posibilidad de regar en precario y a expensas de que la Presa de la Alcolea sea una realidad.

Millán considera que habrá de ser esta la infraestructura que alimente en un futuro los cultivos del Condado. Subraya que en estos momentos se está negociando el precio de la construcción de esta presa, para cuyo plazo de ejecución habrá que esperar "un mínimo de tres años, es decir el 2012, a los que habrá que sumar otros tanto para disponer de los recursos hídricos que atiendan esta demanda", con lo que podríamos irnos al 2018.

La incertidumbre por tanto es latente, más aun cuando el límite es el año 2013, fecha en la que expiran las ayudas de la Comunidad Europea para la modernización de los regadíos, por lo que fuera de este plazo el proyecto sería inviable económicamente. Puede llegar a producirse la agridulce situación de que las canalizaciones se encuentren operativas antes de dicha fecha, si bien dichas zonas no reciban una gota de agua hasta dentro de ocho años en los que Alcolea comience a bombear.

Fuente: Huelva Información (02 de Noviembre, 2009)

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